Del ego a los gusanos

El final del tour era frente aquella urna de cristal,bajo de ella grabado un epitafio sentenciado; "El ego es una venda cubriendo los ojos para la empatía"

Cuenta la leyenda que los restos humanos que alguna vez estuvieran en esa urna,pertenecieron a Helen la reina de este castillo.

Helen dotada de gran belleza ,llegó de tierras lejanos para desposar al Rey

El rey deslumbrado por la belleza de su ahora reina,no hacía nada más que adorarla y cumplirle sus caprichos,esto cada que estaba en el castillo,pues largas cruzadas los separaban de vez en cuándo

Helen encadenada por las ataduras que da la vanidad,se olvidaba de los deberes hacia su rey, y mucho menos recordaría los deberes para su reino.

Presa por su egocentrismo quería recibir adulaciones a cada paso dado.

La reina de pronto cae enferma, posada en su lecho,los curanderos del reino no encuentran su mal. Víctima tal vez de un extraño veneno, Helen convaleciente dicta su última voluntad, póngame en una urna de cristal, para que mi rey tenga oportunidad de contemplar mi rostro que tanto adoro.

Su última voluntad fue cumplida,no al pie de las especificaciones que ella dio para conservar su cuerpo

Pero si de ponerla en su urna de cristal, más que para contemplar su belleza,era para ver la degradación de la carne,la podridumbre de sus entrañas. El circo de la muerte dio inicio y los morbosos acudían como los gusanos comían las carnes que alguna vez fueron bellas, pero ahora no era más que fuente de alimento para las larvas.